Mérida, Yuc., 22 de mayo de 2025.- Tras la denuncia pública que realizara la mamá de una estudiante por el presunto bullying que sufría, la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) informó que ya tuvo acercamiento directo con la directora de la Secundaria Técnica 66 Santa Rosa, de Mérida para investigar el caso.
La Segey señaló en un comunicado que, de acuerdo con la versión recabada en el lugar, la situación se derivó de un conflicto entre dos estudiantes, en el que la alumna presuntamente habría golpeado a un compañero con un envase de plástico, quien reaccionó jalando su mochila, lo que provocó su caída.
Indicó que autoridades de la escuela solicitaron el apoyo de paramédicos, quienes valoraron a la menor en el sitio.
Aseguró que la dependencia estatal ya tuvo acercamiento directo con la madre de familia de la alumna, para garantizar el acompañamiento institucional, así como el respaldo correspondiente ante esta situación.
“En seguimiento a lo anterior, se activó el Protocolo de Actuación en Casos de Violencia Escolar, conforme a los lineamientos vigentes y en coordinación con la Fiscalía General del Estado y la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes”, detalló el documento.
La investigación sigue en curso, y la Secretaría reiteró su compromiso de colaborar plenamente en todo lo que sea necesario para asegurar un entorno educativo seguro y respetuoso para todas y todos.
¿Qué fue lo que pasó?
Este miércoles 21 de mayo, a través de redes sociales, la mamá de la estudiante expuso el presunto caso de bullying contra su hija y la omisión por parte de docentes para poner un alto a las agresiones que han derivado en lesiones físicas.
“Mi hija fue agredida por un compañero de su salón que ya llevaba tiempo haciéndolo y varios maestros sólo veían y no hacían nada, sólo cuando mi hija respondía con un insulto cuándo ya la tenían harta a quien querían reportar es a ella y no al que estaba agrediendo, a pesar que se les dio conocimiento del bullying (insultos y golpes) sólo mandaban reportes y no daban seguimiento, dejaban que el chamaco entrase a clases como si nada aunque los padres no fuesen al otro día”.
Relató que de las agresiones pasaron de las palabras a lo físico y la adolescente tuvo, “pequeñas hemorragias internas en el cerebro, dos dientes y boca rota, golpe en la frente con sangrado, golpe y raspón cerca del ojo, golpe en la nariz y con eso sangrado abundante de ella, brazo derecho y ambas rodillas con golpes y raspones, por lo que tuvo que ser ingresada en una clínica durante dos días para observación”.
